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GRUPOS LOCALES RESPONDEN LLAMADA DE AYUDA A REFUGIADOS QUE VIENEN A LOS ESTADOS UNIDOS



Por Patricia Wei

Escritora de Mosaic


Artistas e intérpretes cubiertos con ropa étnica cantaban y bailaban en celebración del Día Mundial del Refugiado en la rotonda del Ayuntamiento de la ciudad de San José. Tras la audiencia y las porras, voluntarios y defensores de los refugiados ponen puestos para tratar de ganar fondos extras.


Los defensores responden al llamado para apoyar a personas en el área de la bahía que tratan de escapar la persecución ante un gobierno federal que ha crecido más hostil hacia las personas que buscan refugio.


“Una vez que el gobierno aprueba a un refugiado que llega a los Estados Unidos, ellos están por su propia cuenta,” dijo Natali Smiley, una profesora de inglés que es parte de el Comité de Rescate Internacional por su siglas en inglés IRC. “Organizaciones como la nuestra son las que ayudan a construir sus vidas aquí. Los recogemos del aeropuerto, les ayudamos a encontrar ayuda financiera. Desde el primer día hasta el día que aplican para la ciudadanía Americana, estamos allí con ellos.”


Organizaciones como la IRC y Servicios Familiares Judíos por sus siglas en inglés JFS se especializan en ayudar a familias a adaptarse proporcionando servicios como cursos de inglés, clases vocacionales, tutoría de carrera y ayuda legal gratis. Personas que buscan refugio vienen de todas las partes del mundo: el Medio Oriente, África, América del Sur, Asia.


“El Torá dice que ‘protege a los extraños, así como tu fuiste extraño también en la tierra de Egipto,” dijo Mindy Berkowitz, directora ejecutiva del grupo de ayuda JFS en Los Gatos. “Mi gente también fueron refugiados.”


Kelsey Coplin, coordinadora de la comunidad en Caridades Católicas, hace eco a la conexión similar de esta causa.


“Mi abuelo fue un refugiado y viajó el mismo camino en el Mediterráneo que los refugiados Sirios están viajando a través de hoy,” dijo Coplin. “Es desgarrador e injusto escuchar sus historias y saber por todo lo que han pasado, pero es impresionante ver brillar su humanidad entre todos nosotros.”


La organización de Coplin estableció uno de los pocos programas de jóvenes refugiados que llegan sin sus padres. Usualmente van a vivir con una familia que los acogen y los apoyan por lo que están pasando, y actualmente tienen una tasa de graduación de preparatoria del 90 por ciento. El programa de acojo ofrece servicios para los jóvenes hasta los 25 años de edad. Los recuerdos favoritos de Coplin incluyen eventos de la comunidad que hacen con las familias que apoyan, tales como días de campo.


En días de campo y otros eventos familiares, “todas personas de diferentes procedencias y religiones vienen a divertirse,” dijo Coplin. “Me hace tener esperanza que el resto del mundo pueda ser así”


Smiley recuerda a un estudiante que cruzó el desierto de Sahara a pie y duró ocho o nueve años en trabajos forzados. Al llegar a la oficina de ayuda de IRC, el estudiante expresó su agradecimiento por todo — incluso al recibir un boleto de camión, dijo. Aunque se ha movido a otro estado, Smiley dijo que él todavía le llama, diciéndole que extraña a su familia.


“Regreso a mi hogar cada día pensando sobre qué bello es crear una relación tan personal con estos estudiantes,” dijo Smiley, añadiendo que sus estudiantes más jóvenes son de 22 años mientras los más grandes son de 64.


La organización JFS abarca también el ambiente familiar entre el personal y los refugiados.


La mayoría de los refugiados que reciben apoyo no son Judíos, y a mucho de ellos los enseñaron a temer a la gente judía. Pero en América, son aceptados como si siempre hubieran sido parte de la familia.


“Los refugiados de Irán especialmente dicen cosas así como ‘la familia Judía es igualmente mi familia’. Saben que este es un espacio en el que pueden confiar,” dijo Berkowitz. “Todo lo que queremos hacer es ayudar sin esperar nada de regreso.”


Muchos de los refugiados en el centro de ayuda JFS, de regiones que varían entre Irán y África fueron educados a no llevarse con el uno al otro. Pero al conocerse entre sí y aprender el lenguaje se empiezan a ayudar entre ellos mismos,” dijo Berkowitz. “Existe un sentimiento de que estamos en esto juntos.”


Recientemente, la retórica y agenda política de la administración Trump han creado más dificultades para estas agencias para poder ayudar a refugiados, voluntarios y miembros de las organizaciones JFS, IRC y Caridades Católicas se han expresado. Azita Eshagh es miembro de la organización JFS y explica que estos dos últimos meses, su agencia no a tenido un refugiado nuevo. Su agencia a metido una demanda en contra de la administración Trump después de la prohibición de viaje que pasó en Noviembre.

En Caridades Católicas, Sreela Mokherji, una especialista legal dijo que cada semana el número de jóvenes que califican para ser refugiados a bajado.


Nicole Dubus, una trabajadora social y profesora asistente de trabajo social en la Universidad Estatal de San José, cree que estas políticas han contribuido a crear más miedo y paranoia en contra de los refugiados.


“Hay miedo de escasez,” dijo Dubus. “Muchos residentes temen de lo que les va a pasar a ellos si otros reciben ayuda. Aunque está comprobado que cuando gente viene a vivir de otros lados del mundo, las comunidades en las que viven mejoran, cuando contribuyen con su propia cultura.”


El día Mundial de los Refugiados y las organizaciones de refugiados son las que se unen en días como el 15 de Junio para celebrar exactamente eso. Berkowitz lucha para que diferentes culturas puedan vivir en paz, en un lugar en donde los refugiados puedan compartir y vivir su propia cultura.


“Es bello cuando refugiados vienen aquí y pueden honorar al país de donde son,” dijo Berkowitz. “Lo único que quieren es vivir con libertad, contribuir y devolver lo que se les a dado. Solo queremos mostrarles nuestro amor.”


Traducido por Eddie Gonzalez Antolin

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