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  • Writer's pictureMosaic 2018



By ANAHI DEL CASTILLO | Mosaic


At a small table in the shade outside her San Jose apartment complex one weekday in June, Gloria Lopez sits with her two sons, ages 3 and 4, feeding them a lunch of peaches and milk provided by a program that offers kids free summer meals – not far from her front door.





Por Anahi Del Castillo

Escritora de Mosaic


En una pequeña mesa en la sombra afuera de su complejo de apartamentos de San José en un día de Junio, Gloria López se sienta con sus dos hijos, de 3 y 4 años de edad, dándoles duraznos y leche, comida proporcionada por un programa para menores de edad que ofrecen comida gratis durante el verano — no muy lejos de donde viven.


López, de 37 años, actualmente está desempleada y, si no fuera por este programa, tendría dificultades para encontrar la próxima comida para sus hijos de 7 y 8 años.

“Me gusta este programa porque mis hijos están de vacaciones y pueden disfrutar de la comida,” dijo López, quien vive en los Apartamentos Valley Palms de San José.


Aunque el verano es emocionante para muchos niños, algunos se encuentran sin una fuente confiable de alimentos. Durante el año escolar, a muchos se les da desayuno y almuerzo en la escuela a través del programa de alimentos a precio reducido y gratuito financiado por el gobierno federal.


El gobierno también proporciona algunos fondos para alimentos durante el verano. Pero debido a que poco padres no están conscientes de esto, los niños a menudo terminan pasando hambre, poniéndolos en riesgo de perder terreno académicamente, así como también pasar por problemas físicos y emocionales.


“La dura realidad es que alrededor del 85 por ciento de los niños que son elegibles para el programa de comidas escolares no participan,” dijo Diane Baker Hayward del programa de alimentos de Second Harvest Food Bank de los condados de Santa Clara y San Mateo.

Para cambiar esto, Second Harvest y una coalición de distritos escolares, bibliotecas y otras organizaciones están trabajando para crear conciencia sobre el programa de comidas de verano y expandirse en sitios móviles que lleven los alimentos a los niños más cerca de donde viven.


El verano pasado, la Coalición de Nutrición Infantil sirvió casi 670,000 comidas y este verano espera suministrar 800,000 comidas en 120 sitios en los condados de Santa Clara y San Mateo. En algunos lugares, el desayuno y los refrigerios de la tarde están disponibles, así como el almuerzo.


Los socios de la coalición alientan a los padres y niños a llenar sus platos con comidas saludables y bien balanceadas de carne o una alternativa de carne, granos, vegetales, frutas y leche.


Incluyendo a López, hay seis miembros de la familia que viven en un apartamento en Valley Palms. Hace unos cinco años, López trabajó en una taqueria, pero actualmente, solo su esposo trabaja. El tiene que trabajar dos turnos para poder tener suficiente dinero para todo lo que necesitan.


Al igual que López, la residente de Valley Palms, Maria Gonzales, tiene cuatro hijos y dijo que es difícil comprar comida porque los precios son muy altos. “Tengo que proporcionar comida tres veces al día para cuatro niños,” dijo Gonzales.


En Valley Palms, el programa sirve de 65 a 75 almuerzos por día y espera expandirlo a 150, dijo Aundraya Martínez, trabajadora de la comunidad del condado de Santa Clara que trabaja con la coalición.


Ella dijo que en este complejo de apartamentos, muchos de los residentes tienen un ingreso anual de $12,000 a $15,000 y tratar de mantener dos o tres trabajos a la vez.


El mismo día que Gonzales estaba comiendo con sus hijos, la estación de comida en Welch Park en San José atrajo a pocos visitantes. Los coordinadores de la coalición están trabajando para sensibilizar y educar a los padres sobre este y otros sitios mediante volantes, carteles y pancartas, y entregando perchas a 70,000 hogares donde los ingresos son bajos.


También esperan que la alimentación móvil que hayan establecido en parques, centros juveniles y complejos de viviendas para personas de bajos ingresos, así como en las escuelas, marque la diferencia.

Han hecho diferencia en la vida de López.


“No iría a ningún otro programa si no fuera en mi complejo de apartamentos,” dijo López, “por lo caro que es el gas.”


Traducido por Eddie Gonzalez Antolin

Updated: Jun 27, 2018



It was a nightmare walking into math class for Axel Martinez. An average day was filled with constant frustration regarding a new teaching method that left him feeling on his own.


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